El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha instruido al Pentágono para reanudar el suministro de bombas pesadas MK-84 a Israel, una medida que revierte la política adoptada por la administración de Joe Biden el pasado mayo. Esta decisión fue confirmada por Reuters este sábado, citando a una fuente cercana a la Casa Blanca.
Trump anunció la medida en Truth Social, destacando que “muchas cosas que fueron ordenadas y pagadas por Israel, pero que no han sido enviadas por Biden, ¡ahora están en camino!”. La entrega incluirá 1.800 bombas MK-84, según informaron funcionarios israelíes al medio Axios. Estas municiones, almacenadas previamente en Estados Unidos, serán enviadas por barco y llegarán a Israel en los próximos días.
Levantamiento de restricciones
El suministro de estas bombas de 2.000 libras (unos 907 kilos) había sido interrumpido por Biden debido a preocupaciones sobre su uso en zonas densamente pobladas, como Rafa, en la Franja de Gaza. Estas municiones tienen la capacidad de atravesar hormigón grueso y metal, generando un amplio radio de destrucción. Sin embargo, en julio se reanudaron los envíos de bombas de 500 libras (227 kilos).
Según fuentes cercanas a las negociaciones, el levantamiento de las restricciones está vinculado a acuerdos entre la Administración Trump e Israel relacionados con un alto el fuego y la liberación de rehenes por parte de Hamás. Mike Herzog, embajador saliente de Israel en EE.UU., declaró la semana pasada que ambas partes alcanzaron un entendimiento que facilitó esta decisión.
Relación militar entre EE.UU. e Israel
Estados Unidos ha sido un proveedor clave de ayuda militar a Israel durante décadas, incluyendo armamento avanzado y municiones guiadas de precisión. La reciente decisión de Trump fortalece esta colaboración y refuerza los lazos entre ambas naciones en un contexto de tensión creciente en el Medio Oriente.
La decisión, sin embargo, ha generado preocupación entre grupos humanitarios y observadores internacionales debido al potencial impacto de estas armas en zonas habitadas por civiles. La ciudad de Rafa, en el sur de Gaza, es un ejemplo de estas preocupaciones, ya que en ella se refugian numerosos civiles palestinos afectados por la escalada del conflicto.
Impacto político y reacciones
El anuncio ha sido recibido con reacciones mixtas tanto en EE.UU. como a nivel internacional. Mientras que partidarios de Trump elogian la medida como un compromiso con la seguridad de Israel, críticos destacan el riesgo humanitario asociado al uso de estas armas.
La decisión también subraya las diferencias de enfoque entre las administraciones de Trump y Biden en torno a la política exterior en el Medio Oriente y plantea interrogantes sobre cómo se manejará el equilibrio entre apoyo militar y preocupaciones humanitarias en la región.