En Suiza, la primera persona en utilizar la cápsula de suicidio asistido Sarco, conocida como el "Tesla de la eutanasia", fue encontrada con signos de posible estrangulamiento. La mujer estadounidense, de 64 años, falleció el 23 de septiembre al activar el dispositivo, que, mediante la inyección de nitrógeno, provoca una disminución de oxígeno en la cámara sellada, resultando en una pérdida rápida de consciencia y, poco después, en la muerte.
La Policía suiza detuvo al presidente de la empresa The Last Resort, Florian Willet, y a otros tres individuos relacionados con el evento, quienes acompañaban la eutanasia en un bosque suizo. La investigación se centra en una posible intención de homicidio, ya que un médico forense advirtió sobre la presencia de marcas de estrangulamiento, aunque aún no se han presentado cargos formales.
Polémica sobre el uso de Sarco en Suiza
La cápsula Sarco ha desatado controversia en Suiza, donde su legalidad ha sido cuestionada. La ministra del Interior, Elisabeth Baume-Schneider, expresó reservas sobre la conformidad de la cápsula con las leyes suizas de seguridad y de sustancias químicas, sugiriendo que el dispositivo podría no cumplir con los requisitos legales para el suicidio asistido.