El candidato presidencial republicano Donald Trump ha intensificado su retórica sobre la inmigración ilegal, proponiendo medidas drásticas para quienes cometan delitos graves en territorio estadounidense. Durante un acto de campaña realizado este jueves en el condado de Cochise, Arizona, cerca de la frontera con México, Trump anunció que, de volver a la Casa Blanca, su administración implementaría una serie de sentencias obligatorias y extremas, incluida la pena de muerte.
Trump detalló que su gobierno impondría una condena mínima obligatoria de 10 años para cualquier persona declarada culpable de tráfico ilegal de personas, y cadena perpetua garantizada para quienes sean condenados por tráfico de menores. Además, propuso la pena de muerte para los responsables de tráfico sexual de niños o mujeres, grandes narcotraficantes, y para cualquier persona condenada por el asesinato de policías, alguaciles, agentes de patrulla fronteriza, del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), u otros agentes de las fuerzas del orden.
"Haremos que América vuelva a ser segura para nuestros ciudadanos", afirmó Trump, reafirmando su compromiso de combatir la inmigración ilegal con mano dura. Estas declaraciones se enmarcan en su campaña para recuperar la presidencia en las elecciones de 2024, donde ha centrado gran parte de su discurso en la seguridad fronteriza y la lucha contra el crimen.