La Administración de Joe Biden ha presentado este miércoles una nueva Estrategia de Seguridad Nacional de EE.UU. que prevé, entre otras cosas, "superar a China y restringir a Rusia".
"La Estrategia se basa en nuestros intereses nacionales: proteger la seguridad del pueblo estadounidense, ampliar las oportunidades económicas y realizar y defender los valores democráticos que constituyen el núcleo del modo de vida estadounidense", señala un comunicado publicado por la Casa Blanca.
Así, Washington tiene previsto "mantener una ventaja competitiva duradera sobre China" y "restringir a una Rusia que sigue siendo profundamente peligrosa". "La RPC y Rusia están cada vez más alineadas entre sí, pero los retos que plantean son, en aspectos importantes, distintos", indica el documento.
Según la estrategia, Pekín es "el único competidor con la intención de remodelar el orden internacional y, cada vez más, con el poder económico, diplomático, militar y tecnológico para hacerlo", mientras Moscú "supone una amenaza inmediata y persistente para la paz y la estabilidad internacionales".
Además, una de las prioridades de EE.UU. es la disuasión nuclear. "Una fuerza nuclear segura y eficaz sustenta nuestras prioridades de defensa al disuadir los ataques estratégicos, asegurar a los aliados y socios, y permitirnos alcanzar nuestros objetivos si la disuasión falla", añaden.
Hablando sobre la estrategia, el asesor de Seguridad Nacional estadounidense, Jake Sullivan, describió la "década decisiva" que se avecina encarnando dos retos "fundamentales": competir para "dar forma al futuro del orden internacional" y abordar "retos transnacionales" como el terrorismo, el cambio climático y las pandemias.
A pesar de que el documento aborda la competencia y las tensiones con China y Rusia, Sullivan subrayó que Washington "evita ver el mundo únicamente a través del prisma de la competencia estratégica" y prometió que EE.UU. "cooperará con cualquier país […] que esté dispuesto a trabajar de forma constructiva en los retos compartidos". "No intentaremos dividir el mundo en bloques rígidos. No pretendemos que la competencia se convierta en confrontación o en una nueva Guerra Fría", destacó.
Últimamente, EE.UU. viene advirtiendo a Rusia y a China con la posibilidad de usar armas nucleares para defender sus "intereses vitales" y a sus aliados. A mediados de septiembre, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, volvió a insistir en esa posibilidad.
Por su parte, el presidente ruso Vladímir Putin declaró en agosto que en una guerra nuclear "no podrá haber ganadores" y "no debe liberarse nunca". El mandatario recalcó que Moscú sigue cumpliendo de forma sistemática con "el espíritu y la letra" del Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT, por sus siglas en inglés).