Queridos compatriotas,
Hoy nos encontramos aquí, a solo unos días de una decisión crucial para el futuro de nuestra nación. Me dirijo a ustedes con gratitud y esperanza, con el corazón lleno de orgullo por lo que hemos logrado juntos y con la firme convicción de que lo mejor está por venir.
Durante estos últimos años, hemos trabajado incansablemente para construir un país más justo, más próspero y más unido. Hemos enfrentado desafíos sin precedentes, desde la pandemia que sacudió al mundo hasta las dificultades económicas que afectaron a nuestras familias. Pero, juntos, hemos superado cada obstáculo, demostrando una vez más la fuerza y la resiliencia del pueblo dominicano.
Hemos impulsado reformas profundas en nuestra economía, atrayendo inversiones y creando empleos. Nos hemos comprometido con la educación, asegurando que cada niño y niña tenga acceso a una enseñanza de calidad. Hemos fortalecido nuestro sistema de salud, para que todos los dominicanos puedan recibir la atención médica que merecen. Y no hemos dejado de lado nuestra responsabilidad con el medio ambiente, trabajando por un desarrollo sostenible que beneficie a las futuras generaciones.
Pero estos logros no son suficientes. Aún queda mucho por hacer. Necesitamos seguir avanzando en la lucha contra la corrupción, asegurando que cada centavo del dinero público sea utilizado para el bienestar de nuestra gente. Debemos continuar fortaleciendo nuestra democracia, garantizando que la voz de cada ciudadano sea escuchada y respetada. Y debemos seguir trabajando para que cada dominicano, sin importar dónde viva o cuál sea su origen, tenga la oportunidad de prosperar.
En estos últimos días de campaña, les pido que renueven su confianza en este proyecto de cambio y transformación. Juntos, hemos sembrado las semillas de un futuro mejor. Ahora, es el momento de cosechar los frutos de nuestro esfuerzo conjunto. Les pido que acudan a las urnas con esperanza y determinación, sabiendo que su voto es una poderosa herramienta para construir el país que todos soñamos.
Quiero agradecer a mi equipo de trabajo, a los voluntarios, y a cada uno de ustedes que ha creído en esta visión. Su dedicación y su fe en nuestro proyecto son el motor que nos impulsa a seguir adelante. A mis adversarios, les extiendo mi respeto y reconocimiento; la diversidad de ideas y el debate democrático nos enriquecen y fortalecen como nación.
Dominicanos y dominicanas, nuestro destino está en nuestras manos. Juntos, hemos demostrado que el cambio es posible. Ahora, juntos, debemos consolidarlo y llevarlo a cada rincón de nuestro país. Con su apoyo, continuaremos trabajando por una República Dominicana más fuerte, más justa y más unida.
Vamos a votar por el futuro, por el progreso, por la esperanza. Vamos a votar por la continuidad de este camino de transformación. Porque juntos, somos imparables.
¡Que viva la República Dominicana!
Muchas gracias y bendiciones para todos.