En una histórica decisión tomada el pasado viernes, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya ha emitido su veredicto preliminar sobre la demanda presentada por Sudáfrica contra Israel por supuestos crímenes de genocidio en la Franja de Gaza.
La CIJ ordenó a Israel que tome medidas inmediatas para prevenir el genocidio en Gaza, incluyendo la prevención y sanción de casos de incitación directa al genocidio en la región. Asimismo, el tribunal exigió que Israel facilite la llegada de ayuda humanitaria a la zona afectada.
La presidenta de la CIJ, Joan Donoghue, declaró que Israel debe informar a la Corte dentro de un plazo de un mes sobre las acciones concretas que está tomando para cumplir con la decisión judicial.
La jueza afirmó que Sudáfrica tiene el derecho legítimo de presentar la demanda, ya que algunas acusaciones contra Israel están comprendidas en las disposiciones de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio.
Donoghue subrayó la preocupación de la CIJ por el impacto humano del operativo militar de Israel en Gaza, que resultó en un gran número de víctimas, destrucciones masivas y desplazamientos forzados de la población local. La presidenta reiteró el derecho de los palestinos a la protección contra actos de genocidio.
Es importante destacar que este primer fallo no aborda directamente la cuestión central de si Israel está cometiendo genocidio, sino que se centra en medidas de emergencia mientras se estudia el caso en su totalidad, un proceso que normalmente podría extenderse por varios años.
La demanda fue presentada por Sudáfrica el 29 de diciembre, respaldada por la Organización de Países Islámicos y otros estados como Malasia, Turquía, Jordania, Bolivia, Venezuela, Maldivas, Namibia y Pakistán, así como más de 900 organismos y grupos sociales.
Durante las audiencias, Israel rechazó las acusaciones, argumentando que la ONU debería ser la entidad juzgada en La Haya por su papel en la situación en Gaza. El representante permanente israelí ante la ONU, Gilad Erdan, afirmó que la ONU actuó como cómplice en actividades terroristas en Gaza.
En respuesta, el Gobierno alemán expresó su oposición a la "instrumentalización política" de la Convención de la ONU para la Prevención del Genocidio, señalando que Israel tiene derecho a defenderse contra los ataques de Hamás. Berlín tiene la intención de intervenir como tercera parte durante la audiencia principal, argumentando que las acusaciones de Sudáfrica carecen de fundamento.