Un misil del sistema de lanzamiento múltiple HIMARS, de fabricación estadounidense, derribado sobre Donetsk este sábado, será enviado a especialistas de la industria de defensa en Moscú para su análisis, según explicó Yan Gaguin, asesor del jefe interino de la Administración de la República Popular de Donetsk.
De acuerdo con el funcionario, el proyectil prácticamente no sufrió daños y la parte principal del cuerpo del cohete no resultó afectada. Asimismo, los resultados de la inspección preliminar mostraron que la mayor parte de la electrónica está bien conservada.
Esa jornada, las tropas ucranianas bombardearon con HIMARS la ciudad de Donetsk. En el ataque, que afectó a dos distritos de la urbe, tres civiles resultaron heridos.
No es la primera vez que las tropas rusas capturan como trofeos el armamento extranjero proporcionado a Kiev por Occidente. En agosto, el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, examinó el vehículo de combate de infantería CV90, suministrado por Suecia y capturado por militares rusos durante una batalla.
Asimismo, en julio, un misil Storm Shadow derribado por las fuerzas rusas en la provincia de Zaporozhie fue trasladado a Moscú para su estudio. Se trata de un misil de crucero desarrollado conjuntamente por el Reino Unido y Francia, que se lanza normalmente desde el aire.
Entre los equipos occidentales obtenidos por Rusia en Ucrania también figuran un obús M777 de fabricación estadounidense, vehículos blindados Humvee, equipos de comunicaciones, un vehículo modernizado de transporte de infantería M113, un vehículo blindado australiano Bushmaster, un tanque francés AMX-10RCR, blindados británicos Husky, Mastiff y AT105 Saxon, entre otros.