La agencia espacial rusa, Roscosmos, anunció este martes el aplazamiento de julio a agosto del lanzamiento de la misión Luna-25, programa al que renunció el pasado año la Agencia Espacial Europea (ESA) debido a la guerra en Ucrania.
Con el fin de garantizar el éxito de la misión, la agencia necesita realizar ensayos "adicionales" que garanticen la fiabilidad del trabajo de los centros de mando terrestre durante el aterrizaje de la nave en la superficie de la Luna, señala el comunicado.
Roscomos ya pospuso dicha misión en 2021 por el mismo motivo y en 2022 debido a ciertos problemas en el aparato de medición de la velocidad durante la fase de alunizaje.
La agencia insistió hoy en que ésta será la primera vez en la historia que una nave intenta aterrizar en condiciones adversas en el polo sur del satélite de la Tierra.
La Agencia Espacial Europea suspendió en 2022 su cooperación en el programa lunar de Rusia, país objeto desde entonces de incontables sanciones occidentales.
Con todo, Roscomos aseguró en su momento que ese paso no afectaría a sus programas lunares, aunque éstos se han visto salpicados de continuos retrasos.
En abril el presidente ruso, Vladímir Putin, dio la orden de reanudar con prontitud el programa lunar ruso.
"Nos enfrentamos a importantes tareas de investigación que deben llevarse a cabo de forma coherente. En primer lugar, estamos hablando de la pronta reanudación de nuestro programa lunar, de las misiones a otros planetas del sistema solar", señaló en una gala con motivo del Día de la Cosmonáutica.
La Luna-25 es heredera de la nave soviética Luna-24, la tercera en recabar muestras de la superficie lunar en agosto de 1976.
La nave contará con un espectrómetro de masa LAZMA para estudiar la composición química de la superficie lunar, un detector de partículas neutras y cargadas ARIES, un detector de polvo lunar PML y un espectrómetro infrarrojo LIS, entre otros instrumentos.
Además, contará con un sistema de cámaras para filmar la superficie del satélite terrestre durante el alunizaje y grabar panorámicas lunares.
Rusia anunció a mediados de 2019 que había retomado su programa lunar y planeaba su primer vuelo tripulado a la Luna en 2030 o 2031.