Una mujer y sus dos hijos, un niño y una niña, fueron sacados de un edificio de apartamentos derrumbado en Antioquía, Turquía, 228 horas después de que el primer sismo, de magnitud 7.8, sacudió el territorio el 6 de febrero. Los tres fueron trasladados a un hospital.
El rescatista Mehmet Eryilmaz dijo que la mujer, llamada Ela, preguntó qué día era cuando fue sacada de los escombros.
“Primero tomé su mano”, comentó Eryilmaz a la agencia de noticias estatal turca Andalou sobre cómo llegó hasta ella entre los escombros. “Hablamos con ella…y la tranquilizamos. Después de eso, seguimos trabajando… Estamos muy felices, es la quinta vida que salvamos".
“Primero pidió agua, pero no le dimos nada hasta que intervinieron los equipos médicos. Luego preguntó: ‘¿Qué día es?’”, añadió Eryilmaz, quien es miembro de un equipo entrenado para realizar rescates en minas.
Ali Parlas, el trabajador médico que atendió a Ela y a sus hijos, señaló que los tres estaban deshidratados, pero que se encontraban en condiciones aptas.
Los nombres de los pequeños son Meysam y Ali, comentó Eryilmaz.
Los rescates fueron excepciones al sombrío trabajo de localizar los cuerpos de los muertos restantes. El primer sismo y una réplica de magnitud 7.5 registrada nueve horas después destruyeron miles de edificios. Los sobrevivientes y expertos en construcción han dicho que la mala calidad de las obras contribuyó a la enorme cifra de muertos.