La República Islámica de Irán intensificó su ofensiva militar contra Israel con una serie de ataques aéreos masivos dirigidos a centros militares e industriales en las ciudades de Haifa y Tel Aviv. Según los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), la decimoquinta oleada de la operación Promesa Verdadera 3 se llevó a cabo con “más de 100 tipos de drones de combate y suicidas”, junto con misiles estratégicos.
“Los ataques están dirigidos contra instalaciones militares y sitios industriales vinculados al aparato de defensa israelí”, informó el CGRI a través de sus canales oficiales, indicando que los bombardeos seguirán en forma escalonada y coordinada.
Israel confirmó haber detectado una nueva tanda de misiles provenientes del territorio iraní. Aunque aún no se ha revelado el número de víctimas o el alcance de los daños, imágenes compartidas en redes sociales muestran columnas de humo y defensas antiaéreas activadas en distintos puntos de Tel Aviv.
El ataque marca un punto de inflexión, al dirigirse directamente a infraestructuras en las dos ciudades más relevantes del país, tanto a nivel militar como económico.
Condena global y riesgo nuclear
Desde que Israel iniciara un ataque no provocado contra Irán el pasado 13 de junio, ambos países han mantenido una escalada militar sin precedentes. Las alarmas internacionales se han multiplicado. Rusia, China, Turquía, Egipto, Pakistán, y países latinoamericanos como Brasil, Cuba, Venezuela y Nicaragua han condenado de forma contundente las acciones israelíes y han pedido un alto al fuego inmediato.
“La situación se encamina hacia una catástrofe de escala nuclear. El Consejo de Seguridad debe actuar ya”, alertó Vasili Nebenzia, embajador ruso ante la ONU.
El presidente ruso Vladímir Putin, en comunicación directa con el expresidente de EE.UU., Donald Trump, advirtió que la situación podría derivar en consecuencias “imprevisibles para toda la región de Oriente Medio”.
Los analistas advierten que esta nueva oleada iraní podría generar represalias directas en centros urbanos iraníes, agravando aún más la ya volátil situación geopolítica.