La selección argentina de fútbol celebró su victoria en la Copa América, pero el festejo fue opacado por un escándalo internacional. Enzo Fernández, mediocampista del equipo, publicó un video donde los jugadores cantaban una canción que se burla del origen de los jugadores franceses. Este acto provocó reacciones de la Federación Francesa de Fútbol (FFF), la FIFA y el Chelsea, quienes condenaron el comportamiento del equipo argentino.
Fernández se disculpó públicamente, reconociendo que la canción era ofensiva y que no había excusa para sus palabras. A pesar de las disculpas, la FIFA inició una investigación y Chelsea anunció un procedimiento disciplinario interno.
La polémica también generó un debate en Argentina sobre el "folclore" del fútbol y la hipocresía de las críticas, considerando el pasado colonial y racista de Francia. Algunos periodistas y usuarios de redes sociales defendieron a los jugadores, mientras otros subrayaron la gravedad del acto racista.
El periodista argentino Sebastián Lacunza y otros colegas destacaron que los cantos racistas y homofóbicos no tienen lugar en el deporte de élite y que los jugadores deben ser responsables de sus acciones dentro y fuera del campo.