El Super Bowl del pasado domingo ha pasado a la historia de la televisión estadounidense como uno de los eventos más vistos transmitidos en vivo, tras alcanzar una audiencia de 123,4 millones de espectadores.
La final del campeonato de la NFL queda por detrás de la transmisión televisada del alunizaje del Apolo 11 en 1969, seguido por entre 125 y 150 millones de estadounidenses, según distintas estimaciones, pero sí bate el récord de su propia audiencia, que el año pasado constituyó 115,1 millones de espectadores.
El juego más largo del Super Bowl que culminó con la victoria de los Kansas City Chiefs frente a los San Francisco 49ers fue televisado por CBS, Nickelodeon y Univision, además de ser transmitido por Paramount+ y por las plataformas digitales de la NFL.
El Super Bowl tradicionalmente es un evento imprescindible para muchísima gente, incluidos aquellos que se limitan a ver únicamente el partido final de la NFL una vez al año. Pero además del aspecto deportivo, el evento es también un gran 'show' esperado por muchos. Este año, fue protagonizado por Usher y contó con la participación de Alicia Keys, Post Malone, will.i.am y otros cantantes y artistas.
Tampoco se puede descartar una enorme parte del público que se pone a ver el Super Bowl solo por sus famosos anuncios publicitarios que suelen ser unas verdaderas obras de arte en el mundo de los comerciales y en los que las marcas no escatiman millones de dólares. Este año, en los anuncios del Super Bowl lucieron Lionel Messi, David y Victoria Beckham, Beyoncé, Jason Momoa, Arnold Schwarzenegger, Jennifer Aniston, Tom Brady, Jenna Ortega, Chris Pratt, Ben Affleck y hasta Martin Scorsese, entre otros.
El incremento de la audiencia del Super Bowl en 2024 puede atribuirse, en parte, a un cambio en la forma en que se cuentan los espectadores. Nielsen, que se dedica a ese tipo de mediciones, comenzó a incluir en sus 'ratings' a los espectadores que se encontraban fuera de su casa en 2020, pero solo de mercados limitados. Esta medición se expandió a los 50 estados del país a partir de este año.
Otro impulso importante fue propiciado por la legión de los fans de Taylor Swift, que presenció el partido para apoyar a su novio Travis Kelce, de los Kansas City Chiefs. La relación de una de las estrellas musicales más grandes del planeta con Kelce se volvió una de las historias destacadas de esta temporada de la NFL, y la presencia de la popular cantante en los partidos anteriores atrajo más 'Swifties' a la liga del fútbol americano.
El 'efecto Taylor Swift', como la prensa bautizó ese fenómeno, también ayudó a romper récords de audiencia, tanto durante la temporada regular como durante los 'playoffs' y el partido final.