En el Centro Educativo Loyola, ubicado en La Ciénaga, los estudiantes tuvieron que mover su fiesta de despedida del año a una capilla debido a que empezó a acuñarse agua de las fuertes lluvias que han inundado varias localidades del país durante las últimas horas.
Una de las maestras del centro educativo, quien estaba acompañada de algunos estudiantes, dijo que temen que la crecida de la cañada de La Bonavides afecte más el área.
La profesora, quien prefirió omitir su nombre, hizo un llamado a las autoridades para que los socorran lo antes posible.
El pasado 18 de noviembre, la cañada de Bonavides se derrumbó debido a las fuertes lluvias de ese sábado. Sin embargo, de acuerdo con moradores, hasta el momento la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) no ha intervenido el área.
La noche del lunes una vez más el hueco gigante que quedó se desbordó por las lluvias e inundó las casas y los pequeños comercios en todo el alrededor. Los moradores temen que se vuelva a desbordar.