La Fiscalía General de la República de El Salvador ha informado de la detención de cinco personas a los que se imputa la responsabilidad de la tragedia ocurrida el pasado sábado en el estadio de fútbol de Cuscatlán, que se saldó con 12 muertos y al menos 100 personas heridas.
Los cinco arrestados están acusados de los delitos de homicidio culposo, lesiones culposas y estragos públicos. Están identificados como Pedro Hernández, presidente de Alianza F.C.; Edwin Abarca Ventura, gerente de Seguridad del club; Zoila Córdova, gerente financiera de la entidad; Reynaldo Avelar Contreras, gerente general de EDESSA; y Samuel García Montano, encargado de las llaves del estadio.
Según la información proporcionada por la Fiscalía, las pesquisas han arrojado que las puertas habilitadas para el ingreso y salida de los aficionados no eran suficientes y que además, no fueron abiertos con suficiente anticipación para un ingreso ordenado.
Además, las investigaciones han constatado que los organizadores, tras agotar las entradas disponibles para el encuentro, pusieron a la venta ilegalmente boletos emitidos para encuentros anteriores, superando así el aforo permitido.
"La negligencia en la organización y la avaricia, al realizar una sobreventa, generó una avalancha humana que provocó la pérdida de vidas, además de lesiones y de poner en riesgo la seguridad de los asistentes", concluye el Ministerio Público.
La tragedia tuvo lugar en la ciudad de San Salvador, antes de que empezara un partido de la Liga Mayor de fútbol, cuando se produjo una estampida que afectó a alrededor de 500 personas, de las que unas 100 tuvieron que ser trasladadas a hospitales.