El agregado de Aduanas y Protección Fronteriza de los EE.UU. en la República Dominicana, Jonathan Mardo, indicó este miércoles que los dominicanos no están incluidos dentro del programa de permisos temporales que otorgará 30 mil visas a inmigrantes que busquen entrar al territorio americano.
Con el cierre del Título 42 que llega a su fin este miércoles, la frontera sur de Estados Unidos ha comenzado a abarrotarse de inmigrantes de distintos países que buscan ser admitidos. Los permisos están destinados para ciudadanos de Haití, Venezuela, Cuba y Nicaragua.
En un audiovisual publicado por la Embajada estadounidense en RD, Mardo aseguró que todo aquel que no tenga una base legal para permanecer en EE.UU. no serán elegibles para legalizar su estatus y estarán sujetos a la deportación.
"Los riesgos e inconvenientes de viajar a los Estados Unidos en yola a través del Canal de la Mona o caminando por los desiertos de México superan los beneficios percibidos de migrar a los Estados Unidos", dijo Mardo.
"Cruzar ilegalmente la frontera entre los Estados Unidos y México es extremadamente peligroso. Cientos de personas mueren cada año intentando cruzar la frontera suroeste de los Estados Unidos. Los inmigrantes no solo se enfrentan a las inclemencias del medio ambiente, sino que caminan durante días por el desierto sin agua", continuó el funcionario estadounidense.
Crisis en la frontera
El Gobierno de Estados Unidos espera "grandes cifras" de arrestos de migrantes irregulares en su frontera con México tras el levantamiento mañana, jueves, del Título 42, una norma bajo la que ha estado llevando a cabo deportaciones de manera expedita con el pretexto de la pandemia.
El secretario de Seguridad Nacional estadounidense (DHS, en inglés), Alejandro Mayorkas, dijo este miércoles en una rueda de prensa que, a pesar de haber estado preparándose para este momento en los últimos dos años, las autoridades esperan grandes números de detenciones "en los días y semanas" después del levantamiento del Título 42.
"De hecho, ya estamos viendo cifras altas de detenciones en ciertos sectores" de la frontera, apuntó el responsable.
Destacó que el personal del DHS, las instalaciones y las comunidades en la frontera están "bajo una presión increíble" y auguró que el plan puesto en marcha por el Gobierno arrojará resultados, pero que llevará tiempo.