Este jueves, Estados Unidos incautó un segundo avión perteneciente al Gobierno de Venezuela que había permanecido estacionado durante meses en República Dominicana. La entrega de la aeronave a Washington se realizó en un hangar militar de Santo Domingo con la participación del secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, quien se encontraba en visita oficial en el país caribeño.
Según la agencia AFP, en el acto también estuvieron presentes un fiscal dominicano y un representante judicial estadounidense. Juntos, colocaron un cartel con la palabra "incautado" en el costado del avión, que portaba la bandera de Venezuela.
Acusaciones y contexto
El avión incautado es un Dassault Falcon 200, propiedad de la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA). La aeronave había permanecido en un hangar del aeropuerto internacional Doctor Joaquín Balaguer de Santo Domingo desde septiembre de 2024, bajo vigilancia militar permanente.
El funcionario judicial estadounidense que participó en la operación declaró que la acción forma parte de la política de presión contra "el régimen ilegítimo" de Venezuela, asegurando que EE.UU. continuará actuando contra cualquier bien sancionado.
Incautaciones previas y reacciones
Esta es la segunda aeronave venezolana incautada en menos de un año en República Dominicana. En septiembre de 2024, el Gobierno del expresidente Joe Biden confiscó un avión presidencial venezolano, argumentando que su adquisición había violado las sanciones impuestas a Caracas.
El Gobierno de Nicolás Maduro condenó la incautación ante la comunidad internacional, calificándola de "práctica criminal reincidente" y acusando a EE.UU. de "piratería". En su momento, Maduro también arremetió contra el presidente dominicano, Luis Abinader, a quien llamó "ladrón" por permitir la retención de la aeronave. Por su parte, el Gobierno dominicano negó cualquier implicación en la investigación del Departamento de Justicia de EE.UU. que derivó en la confiscación.
La incautación de bienes venezolanos en el extranjero sigue aumentando las tensiones diplomáticas entre Caracas y Washington, con efectos en la relación de Venezuela con países aliados de EE.UU., como República Dominicana.