Diez cosas que hay que saber sobre la vida de la reina Isabel II:
FUE LA MONARCA MÁS LONGEVA DE GRAN BRETAÑA
Isabel, que cumplió 70 años en el torno este año, es la monarca más longeva y la que más tiempo rindió servicio como reina de la historia de Gran Bretaña. En septiembre de 2015 superó a su tatarabuela, la reina Victoria, quien estuvo en el trono durante 63 años y siete meses. En 2016, Isabel también se convirtió en la monarca más longeva del mundo luego de la muerte del rey Bhumibol Adulyadej de Tailandia.
En 2022, se volvió la segunda monarca con el segundo reinado más largo de la historia, por detrás del rey francés Luis XIV, que asumió el trono a los 4 años en el siglo XVII. Además de Isabel y Victoria, sólo otros cuatro monarcas de la historia británica han reinado durante 50 años o más: Jorge III (59 años), Enrique III (56 años), Eduardo III (50 años), y Jacobo VI de Escocia (58 años).
EDUCACIÓN EN CASA
Al igual que muchos miembros de la realeza de su época o anteriores a ella, Isabel nunca asistió a una escuela pública y tampoco estuvo expuesta a otros estudiantes. En lugar de eso, fue educada en casa con Margarita, su hermana menor. Uno de sus maestros fue su padre, también tuvo un profesor experimentado del Colegio Eton, varias institutrices francesas y belgas que le enseñaron francés, y el arzobispo de Canterbury, que le enseñó religión. La educación de Isabel también incluyó el aprendizaje de equitación, natación, danza y bellas artes y música.
NÚMERO 230873
Durante la Segunda Guerra Mundial, la joven princesa Isabel fue brevemente conocida con el número 230873, la subalterna Isabel Alejandra María Windsor del Servicio Auxiliar de Transporte No. 1. Tras meses de tratar de conseguir el permiso de sus padres para hacer algo por el esfuerzo bélico, la heredera al trono aprendió a conducir y dar servicio a ambulancias y camiones. En cuestión de meses alcanzó el rango de comandante menor honorario.
GRAN IMITADORA
Isabel daba a menudo la impresión de tener un comportamiento serio, y muchos han señalado su “cara inexpresiva”, pero aquellos que la conocieron la describieron como alguien con un travieso sentido del humor y un talento para la mímica en compañía privada. Rowan Williams, el ex arzobispo de Canterbury, ha dicho que la reina podía ser “sumamente divertida en privado, y no todos saben lo divertida que puede ser”.
El obispo Michael Mann, el capellán doméstico de la monarquía, alguna vez dijo que “la reina imitando el aterrizaje del Concorde es una de las cosas más divertidas que puedes ver”. Ian Paisley, clérigo y político de Irlanda del Norte, también comentó que Isabel era una “gran imitadora” de él. Recientemente, Isabel mostró su lado travieso durante las celebraciones de su Jubileo de Platino, cuando protagonizó un video cómico junto una versión animada del oso Paddington y habló sobre esconder sándwiches de mermelada en su bolso.
CONTRIBUYENTE REAL
Podrá haber sido la reina, pero ella también pagaba impuestos, al menos desde 1992. Cuando el Castillo de Windsor, la residencia de fin de semana de la reina, fue devastado por un incendio en 1992, la población se rebeló contra pagar millones de libras esterlinas por sus reparaciones.
Pero la reina acordó de manera voluntaria pagar impuestos sobre sus ingresos personales. Dijo que se haría cargo del 70% del costo de las obras de restauración, y también decidió abrir por primera vez su casa del Palacio de Buckingham al público para generar fondos extra con las entradas.
LA PEQUEÑA LILIBET
La reina fue bautizada como Isabel Alejandra María Windsor de York, en honor a su madre, abuela paterna y bisabuela paterna. Pero de niña, su familia le decía de cariño Lilibet, se dice que porque no podía pronunciar bien “Elizabeth” (Isabel en inglés).
En una carta a su abuela, la reina María, la pequeña princesa escribió: “Querida abuela: Muchas gracias por la preciosa polera. Nos ha encantado estar en Sandringham contigo. Ayer por la mañana perdí un diente delantero superior”, para después firmar con: “Con cariño, de Lilibet”. El apodo se dio a conocer más ampliamente luego de que el príncipe Enrique y su esposa Meghan, duquesa de Sussex, nombraron a su hija Lilibet Diana en 2021.
UN ROMANCE INQUEBRANTABLE
Isabel y su esposo, el príncipe Felipe, disfrutaron de una relación estable durante más de 70 años, una unión que duró mucho más que los matrimonios de tres de sus cuatro hijos: Carlos, Ana y Andrés.
“Él ha sido simplemente mi fuerza y mi apoyo durante todos estos años”, dijo la reina sobre Felipe en su 50mo aniversario de matrimonio. Su historia empezó en 1939, cuando el príncipe Felipe de Grecia, un apuesto cadete naval de 18 años fue encargado para entretener a Isabel, de 13 años, durante un día.
Varios años más tarde, Felipe fue invitado a reunirse con la familia real en el Castillo de Windsor en Navidad, y pronto hizo discretas averiguaciones para saber si se le consideraría un pretendiente elegible. La pareja se casó en la Abadía de Westminster en 1947. Cuando Felipe murió en 2021, a los 99 años de edad, Isabel dijo que su fallecimiento había dejado un “vacío enorme” en su vida, de acuerdo con su hijo Andrés.
MÚLTIPLES CUMPLEAÑOS
Isabel nació el 21 de abril de 1926, pero a veces resultaba confuso para la gente saber cuándo celebrar su cumpleaños. No había un día universalmente fijado para su “cumpleaños oficial”: es el primer, segundo o tercer sábado de junio, y lo decide el gobierno.
En Australia, su cumpleaños era celebrado el segundo lunes de junio, mientras que en Canadá, se festejaba un lunes, ya fuera el 24 de mayo, día del cumpleaños de la reina Victoria, o antes. Sólo la reina y sus allegados celebraban su verdadero cumpleaños en reuniones privadas.
¿CUÁNTOS CORGIS TUVO?
Es ampliamente sabido que Isabel amaba los perros de raza corgi. La princesa Diana aparentemente decía que los perros eran la “alfombra móvil” de la reina porque la acompañaban a todas partes. Tuvo más de 30 corgis a lo largo de los años. También tuvo dos “dorgis”, una cruza de dachshund y corgi, llamados Candy y Vulcan. Isabel fue fotografiada abrazando a uno de los perros en 1936, a la edad de 10 años, y recibió un corgi llamado Susan para su cumpleaños 18.
La raza fue introducida en la familia real por su padre, el rey Jorge VI, en 1933, cuando compró un corgi macho llamado Dookie en una perrera local. Como reina, técnicamente también era propietaria de los miles de cisnes blancos que había en las aguas británicas abiertas, y tenía derecho a reclamar todos los esturiones, marsopas, ballenas y delfines, según un estatuto de 1324.
UNA NIÑA BASTANTE LINDA
La reina se convirtió inevitablemente en el tema de las canciones pop. Los Beatles la inmortalizaron con la irónica “Her Majesty”, llamándola “una chica bastante linda” aunque “no tiene mucho que decir”. La breve canción, cantada por Paul McCartney y grabada en 1969, apareció al final del álbum “Abbey Road”.
Otras canciones no fueron tan amables. El tema antimonárquico de los Sex Pistols “God Save The Queen”, lanzado justo antes de su Jubileo de Plata en 1977, fue prohibido en la televisión británica.
