Dr.Isaías Ramos
Es a partir de la aprobación de la ley 285-04 del 15 de Agosto del 2004 que se comenzó a tratar la problemática migratoria de la manera más irresponsable. Esta ley para su implementación según su artículo 153 dice: “dentro de los (180) días de la promulgación y publicación de la presente ley, el Poder Ejecutivo dictará el reglamento de aplicación de la misma” concluyó la cita.
Sin embargo, fueron 7 años y 2 meses después que se promulgó ese reglamento el 19 de Octubre 2011 con el decreto 631-11. Con esa política pública permisiva sin prácticas de deportación de ilegales y con la frontera totalmente abierta sobre todo después que se produce el terremoto el 12 de Enero del 2010, es a partir de esas pequeñas traiciones a la patria que en el país se comienza a producir esa metamorfosis tanto en nuestro territorio como del otro lado de la frontera.
Esta intención malsana de esta clase política carente de conciencia patriótica hace cada día actos más abominables que van contra nuestra soberanía y los intereses de la nación.
Es detestable ver a una clase política sin moral, sin principios y ciega conduciendo a todo un pueblo hacia el despeñadero, sacando provecho político para sus proyectos personales sin importarle la suerte de la nación.
En política se dice que es más importante “lo que no se ve que lo que se ve” porque no tiene explicación que un disparate de ante proyecto de ley salga del espíritu de un dominicano y muchísimo menos del Ejecutivo, el que está llamado a cuidar y proteger nuestra soberanía. Es desdeñable un mamotreto de proyecto con esas pretensiones. Simplemente esa acción no tiene lógica, a menos que exista “gato entre macuto” de compromisos que van mucho más allá de lo imaginable.
Un proyecto que a la vista tiene muchos cómplices, pues se pretende confundir su fondo con algo que ya está explícito en la ley 137-03. En la cual estamos[1] de acuerdo pues, todo ser humano, como hijo de Dios, merece una vida digna. Y en ambas naciones debemos buscar el camino que nos conduzca hacia esas metas, pero respetando cada una su idiosincrasia y territorio.
Hasta ahí pareciera algo no tan grave, pero el trasfondo que lleva esa ley es catastrófico para nuestro territorio. Es el artículo 73. “Reasentamiento, donde “la puerca retuerce el rabo” y transcribo: “El proceso de reasentamiento procederá cuando la persona víctima, sus descendientes o personas responsables no puedan retornar a su país de origen o residencia y no puedan permanecer en República Dominicana por amenaza o peligro razonable que afecte su vida, integridad y libertad personal. Él reasentamiento de la persona víctima o sobreviviente se realizará en base a la colaboración con las embajadas o consulados acreditados correspondientes a la nacionalidad de la víctima o sobreviviente de trata de personas, la cooperación internacional y de conformidad con el derecho internacional de los derechos humanos, y para su aplicación se respetará en todo momento la opinión de la víctima”. En este artículo se desnuda de manera sutil el plan macabro con el cual se pretende mancillar nuestra soberanía territorial, pudiéndose catalogar como una acción de alta traición a la patria. El pretender colocar campamentos de refugiados en nuestro territorio es instigar prácticamente a 5 o 6 millones de haitianos para que crucen la línea fronteriza de manera masiva y formen un tercer país on Estado tapón o colchón.
Esas pretensiones son una locura que traería mucha desgracia para ambos pueblos y que nadie en su sano juicio debe provocar. Si este gobierno, no leyó el ante proyecto y lo deposito tal y como lo elaboraron las naciones y organismos internacionales como parece a la vista fue imprudente al presentarlo. Causándole momentos de intranquilidad a toda la población.
Y si este gobierno anhela la misma paz que todos los dominicanos ansiamos que se olvide de compromisos internacionales, de tratados y lo que fuere porque este pueblo jamás permitirá una ofensa de tal magnitud. Si existe algo que aún nos une en este territorio que Dios nos regaló y el cual nosotros debemos defender aún nos cueste sangre, dolor y sufrimiento.
En el Frente Cívico y Social esperamos que esto le sirva de reflexión al ejecutivo, a los congresistas y a los organismos nacionales que deben velar por nuestra soberanía. Para que nunca más se les ocurra inventar con nuestra soberanía y nuestra dignidad, ni en 45 días, ni 450 años, jamás! Y terminamos con estas frases de nuestro glorioso himno “Compatriotas, mostremos erguida Nuestra frente, orgullosos de hoy más; Que Quisqueya será destruida Pero sierva, jamás!…” Y es su escudo invencible, el derecho; Y su lema: ser libre o morir”.
DESPIERTA RD!