Moscú afirmó que la prohibición total del gas ruso obligará a Europa a depender de fuentes energéticas “mucho más caras”, afectando su competitividad.
El Kremlin reaccionó este miércoles a la decisión de la Unión Europea de prohibir totalmente las importaciones de gas ruso para 2026 y 2027, asegurando que la medida encarecerá la energía y afectará la competitividad del continente.
El portavoz presidencial, Dmitri Peskov, advirtió que la UE se verá obligada a recurrir a fuentes de energía “mucho más caras”, lo que, a su juicio, tendrá consecuencias económicas inevitables.
“Europa dependerá de un gas que es más caro, y a veces mucho más caro, que el gas ruso. De este modo, Europa se condena a utilizar fuentes de energía mucho más caras”, señaló el vocero ruso.
Peskov afirmó que la decisión acelerará la pérdida del liderazgo económico europeo, una tendencia que —según él— se ha venido profundizando en los últimos años.
Las declaraciones se producen después de que la Comisión Europea anunciara un plan para detener de forma “efectiva y permanente” las compras de gas ruso. El cronograma contempla eliminar el gas natural licuado (GNL) proveniente de Rusia antes del 31 de diciembre de 2026, y el gas por gasoducto antes del 30 de septiembre de 2027.
Moscú también recordó que, mientras Europa avanza en esta prohibición, Gazprom continúa reforzando sus suministros hacia Asia. La compañía rusa informó esta semana que alcanzó un nuevo récord de entregas diarias de gas a China, en el marco del fortalecimiento de su cooperación energética con ese país.

















