La República Islámica de Irán lanzó una serie de ataques aéreos contra bases militares israelíes, marcando una nueva fase en la confrontación entre ambas potencias del Medio Oriente. El portavoz de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica confirmó que la acción es parte de la décima ola de la operación denominada “Promesa Verdadera 3”, dirigida a instalaciones desde donde se originó el ataque israelí contra Irán el pasado 13 de junio.
“En respuesta al descarado ataque del régimen sionista contra el suelo islámico iraní, nuestros cazas han apuntado directamente a las bases desde las que se lanzó esa agresión”, declaró el vocero a través de medios estatales.
La ofensiva iraní también incluyó una compleja serie de misiles, generando la activación de sirenas antiaéreas en varias zonas del norte de Israel, como Haifa, Galilea y los Altos del Golán. Las Fuerzas de Defensa de Israel informaron sobre la interceptación de varios misiles provenientes de Irán.
La comunidad internacional no tardó en reaccionar. Rusia, China, y una docena de países latinoamericanos e islámicos, entre ellos Brasil, Venezuela, Cuba, Nicaragua, Turquía, Arabia Saudita y Egipto, condenaron enérgicamente la ofensiva israelí que dio inicio al intercambio de ataques.
El presidente ruso Vladímir Putin, en conversación con su homólogo estadounidense Donald Trump, expresó “grave preocupación” ante la posibilidad de una escalada “con consecuencias imprevisibles para toda la región”. A su vez, el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, advirtió que las acciones de Israel empujan a Oriente Medio hacia una “catástrofe nuclear a gran escala”.
Esta escalada representa uno de los momentos más tensos del conflicto entre ambas naciones, y pone nuevamente en alerta a la diplomacia internacional, que exige contención y retorno a las negociaciones.