Santo Domingo, 30 de enero de 2025 – En un mundo donde hay incertidumbre económica y tensiones entre países, la República Dominicana ha logrado mantener un camino claro y estable gracias a la buena gestión de su política monetaria. La decisión del Banco Central de la República Dominicana (BCRD) de mantener la tasa de política monetaria (TPM) en 5.75% para 2025 no es solo una medida técnica, sino también una señal de confianza en la economía dominicana para enfrentar retos difíciles.
El contexto mundial sigue siendo complicado y cambiante. El reciente ascenso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha traído más incertidumbre a la economía mundial. Su gobierno ha llevado a cabo una política intensa de deportaciones masivas, lo que ha provocado tensiones migratorias y sociales en varios países, incluso en algunos de América Latina. Además, Trump ha vuelto a expresar su deseo de aplicar aranceles por su cuenta, desafiando a veces las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Esto podría provocar guerras comerciales y afectar el comercio internacional.
En este contexto, las tasas de interés en economías avanzadas, como Estados Unidos y la Zona Euro, siguen siendo altas, y la inflación global, aunque baja, sigue siendo un problema importante. Varios países de América Latina han tenido que cambiar sus políticas de dinero, y algunos han subido las tasas para controlar la inflación. La República Dominicana ha logrado mantener un buen equilibrio, gracias a la sabiduría y eficacia de su política monetaria.
El BCRD ha mostrado una gran habilidad para prever los retos globales. La decisión de mantener la TPM en 5.75% no es solo seguir con lo mismo; es el resultado de un análisis detallado de la situación económica dentro y fuera del país. Esto incluye los riesgos de las políticas proteccionistas de Trump y su posible impacto en el comercio y las remesas, que son fundamentales para la economía dominicana.
Desde mayo de 2023, el BCRD ha puesto en marcha un programa de flexibilización monetaria que ha bajado la tasa de interés de referencia en 275 puntos básicos. Esta acción, junto con otras medidas para aumentar la liquidez en el sistema financiero, ha permitido que el crédito privado crezca de forma saludable, alineándose con el crecimiento del PIB nominal. También, la liberación de recursos de encaje legal y la mejora de las facilidades de liquidez rápida han aportado RD$175 mil millones al sistema financiero, lo que ha ayudado a bajar poco a poco las tasas de interés bancarias.
Este enfoque proactivo ha mejorado la economía interna y ha creado confianza en los mercados internacionales. Las reservas internacionales del país son de US$13,400 millones, lo que representa el 11% del PIB y cubre cinco meses de importaciones, superando las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). Esto no solo es un respaldo, sino también una muestra de estabilidad económica.
La efectividad de la política monetaria del BCRD no solo se ve en los números, sino también en la confianza que crea en las personas y empresas. Los inversionistas, tanto de aquí como del extranjero, consideran al BCRD una institución fuerte y fiable, que puede tomar decisiones difíciles en momentos importantes. Esta confianza es un recurso muy valioso en un mundo donde la credibilidad de las instituciones se cuestiona todo el tiempo.
El BCRD ha logrado no solo controlar la inflación, sino también establecer las condiciones para un crecimiento económico duradero. La proyección de un crecimiento de entre 4.5% y 5.0% para 2025, que es una de las más altas de la región, muestra la efectividad de sus políticas. Además, la coordinación entre la política monetaria y fiscal ha sido fundamental para asegurar la estabilidad económica.
En un mundo donde la incertidumbre es común, la República Dominicana ha encontrado en su política monetaria un símbolo de estabilidad. La decisión del BCRD de mantener la TPM en 5.75% no es solo un paso técnico; es una muestra de confianza en la habilidad del país para afrontar los desafíos globales, que incluyen las políticas proteccionistas de Trump y sus posibles efectos en el comercio y las remesas.
No obstante, no debemos relajarnos. Los riesgos relacionados con los conflictos políticos, los cambios en los precios de las materias primas y las políticas comerciales agresivas de Estados Unidos siguen siendo una amenaza. El BCRD debe seguir vigilando de cerca cómo está cambiando la economía mundial y estar listo para modificar su política monetaria si es necesario.
En resumen, la política monetaria del BCRD ha sido clave para la estabilidad económica de la República Dominicana. En un mundo lleno de dudas, es más importante que nunca confiar en nuestras instituciones y en cómo funcionan nuestras políticas. El BCRD ha mostrado cómo se puede enfrentar situaciones difíciles con seguridad y decisión. Ahora, el desafío es continuar por ese camino y seguir fortaleciendo una economía más fuerte y resistente para el futuro.