En un contexto de creciente tensión y violencia en la región, las Fuerzas de Paz de la ONU (Unifil) han decidido mantener su presencia en el sur del Líbano, a pesar de las recomendaciones del Ejército israelí de que se replieguen de varios asentamientos. Andrea Tenenti, portavoz de Unifil, declaró este jueves que la misión continúa en sus posiciones, con ajustes regulares en sus acciones y planes de contingencia activados en caso necesario.
"Las fuerzas de mantenimiento de la paz permanecen en todas las posiciones y la bandera de la ONU sigue ondeando," señaló Tenenti, destacando el compromiso de Unifil con su mandato en la región.
Esta declaración llega en un momento en que Israel y el Líbano están sumidos en una guerra no declarada que comenzó en octubre de 2023, cuando el grupo chiita libanés Hezbolá lanzó misiles y drones contra comunidades del norte de Israel en solidaridad con Hamás. En respuesta, Israel ha intensificado sus ataques, causando un significativo desplazamiento de civiles en ambos lados.
Escalada del conflicto y consecuencias humanitarias
Desde que comenzó el conflicto, más de 1.000 personas han perdido la vida, incluidos niños y mujeres, debido a los bombardeos aéreos masivos de Israel en el sur del Líbano, según datos oficiales libaneses. Decenas de miles de residentes israelíes del norte han sido evacuados a otras zonas del país.
"Oriente Medio está al borde de una guerra total," advirtió recientemente el Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, destacando la creciente preocupación internacional por la situación en la región.
Invasión terrestre en el Líbano
El 1 de octubre, Israel inició una invasión terrestre en el sur del Líbano tras semanas de bombardeos aéreos. El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Herzi Halevi, ha declarado que su objetivo es destruir por completo la infraestructura de Hezbolá en la región y garantizar la seguridad de las comunidades israelíes fronterizas.
A pesar de la intensificación de las hostilidades, Unifil sigue cumpliendo con su mandato de mantenimiento de la paz. "Estamos comprometidos con nuestra misión y con la estabilidad en la región," reiteró Tenenti en su comunicado.
La ONU ha expresado su preocupación por las posibles consecuencias de una guerra regional abierta, mientras la comunidad internacional sigue presionando por una solución diplomática que ponga fin al conflicto.