El gobierno de Venezuela respondió este viernes a las sanciones impuestas por EE.UU. contra 16 altos funcionarios de su gobierno, en un nuevo episodio de tensiones entre ambas naciones. Estas medidas coercitivas, impulsadas por el Departamento del Tesoro estadounidense, fueron rechazadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE), el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
Reacción de las instituciones venezolanas El CNE calificó las sanciones como un "infame acto de injerencia", señalando que Washington pretende intimidar y desestabilizar el sistema electoral del país. En un comunicado, el organismo electoral subrayó que EE.UU., con un sistema electoral que considera "obsoleto", no tiene autoridad moral para evaluar las elecciones venezolanas.
Por su parte, el TSJ denunció que las sanciones contra su presidenta, Caryslia Beatriz Rodríguez, y otros cinco jueces, violan los principios del derecho internacional y buscan socavar la democracia del país. Además, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, calificó la medida como una agresión directa al liderazgo militar venezolano.
Contexto de las sanciones Las sanciones impuestas por EE.UU. responden a la organización y validación de las recientes elecciones presidenciales venezolanas, en las que Nicolás Maduro fue reelecto. Estas medidas han sido parte de una estrategia para desconocer los resultados favorables al chavismo, especialmente después de que la oposición denunció fraude en los comicios.