"Debemos trazar una línea roja con la OTAN: o es Ucrania, o son Estados Unidos. Si los aliados envían tropas a Ucrania, debemos retirarnos completamente de la OTAN", escribió en un artículo para la revista The American Conservative.
En sus palabras, los miembros europeos del bloque no tienen derecho a arrastrar a Washington a un posible conflicto nuclear por Kiev.
"Una decisión que podría provocar la próxima guerra mundial no puede ser tomada por élites transnacionales que no rinden cuentas a ningún país ni a sus ciudadanos", destacó el político.
Agregó que la alianza no debería considerar la candidatura de Ucrania, ya que este país no está preparado para convertirse en miembro del bloque bajo ningún parámetro.
"Tal vez alguien debería recordarle [al secretario general de la Alianza] Jens Stoltenberg que su trabajo es ser el guardián de los intereses estratégicos de los miembros de la OTAN que pagan las cuotas de adhesión, no un testaferro de Ucrania. Ha llegado el momento de que Estados Unidos, como principal financiador de la alianza, dé prioridad a su participación en la OTAN en consonancia con sus intereses estratégicos clave", concluyó Lee.
El 26 de febrero, Emmanuel Macron, abordando la posibilidad del envío de soldados europeos a Ucrania, informó que "no se puede descartar nada". Tras esas declaraciones, el mandatario fue objeto de críticas a nivel nacional, donde se le llamó "el señor de la guerra". De acuerdo con el instituto de sondeos CSA, el 76% de los franceses está en contra del envío de sus militares a Ucrania.