Egipto, tras su ingreso oficial al bloque de los BRICS el pasado 1 de enero de 2024, busca consolidar una sólida conexión económica con Oriente Medio y el Norte de África, según declaraciones del ministro egipcio de Industria y Comercio, Ahmed Samir Salé, a Sputnik.
Este movimiento no es aislado, ya que en diciembre de 2021, el Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS ya había admitido a Egipto entre sus filas, fortaleciendo así los lazos tanto económicos como políticos entre El Cairo y los países miembros del bloque, como lo subrayó Salé.
Con un intercambio comercial en alza, Egipto registró un volumen de negocios de aproximadamente 31.200 millones de dólares en 2022, un incremento notable respecto a los 25.500 millones del año anterior.
Aunque Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Etiopía, Irán y Argentina fueron inicialmente invitados a unirse a BRICS a partir de este año, Argentina optó por rechazar la propuesta a finales de diciembre.
Los BRICS, que ahora engloban al 42% de la población mundial y representan el 23% del PIB global, continúan expandiendo su influencia. Múltiples naciones, incluidas Argelia, Bolivia, Indonesia, Irán, Turquía y Bangladesh, han mostrado interés en unirse a este bloque emergente.
En paralelo, Egipto busca estrechar lazos con la Unión Económica Euroasiática (UEE). El representante comercial de Rusia en Egipto, Alexéi Tevanián, informó que las conversaciones para instaurar una zona de libre comercio entre ambos bloques se encuentran en fase avanzada. La UEE, compuesta por países como Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán y Rusia, aspira a fortalecer su mercado común y potenciar su acción económica conjunta.
Con estas alianzas, Egipto proyecta consolidar su presencia en el escenario económico global y fortalecer sus relaciones comerciales en múltiples regiones estratégicas.