El gallego se descentró unos minutos tras recibir un codazo de Lewandowski que no recibió sanción y se pasó de frenada perjudicando seriamente a su equipo. Nada más empezar la segunda mitad Dembélé hizo el 1-0 y pese a que la Real rozó el empate en varias ocasiones, sobre todo en un fallo incomprensible de Sorloth, se dejó en el Camp Nou su excelente racha de nueve victorias seguidas.
El partido prometía se viera como se viera. Un Barcelona que va a más y se acerca a lo que fue -líder de LaLiga y con la Supercopa recién conquistada- se medía a una Real Sociedad en su mejor momento con nueve victorias consecutivas y con mucha hambre de ganar. Dos equipos de autor, amantes del balón, a los que no se les puede dar una oportunidad porque estás perdido. Una pena las bajas por lesión de Merino y David Silva en los de Imanol para que el espectáculo fuera superlativo. Hasta la designación del árbitro, Gil Manzano, tenía su morbo porque volvía a verse frente a frente con Lewandowski tras la expulsión del polaco en Pamplona.
Xavi, consciente de la dificultad del partido, sacó el mismo once que se llevó la Supercopa ante el Real Madrid. El 4-3-3 habitual pasó a 4-4-2 con Dembélé y Lewandowski en punta y De Jong ayudando a Busquets en la sala de máquinas. Imanol dio la titularidad al canterano Pablo Marín y en punta un tridente formado por Oyarzabal, Sorloth y Kubo que buscaba sorprender con velocidad en alguna contra. Los azulgrana salieron más metidos al partido y en los primeros minutos embotellaron a los vascos en su área. Con un Dembélé enchufado, la defensa realista sufrió de lo lindo en los primeros 20 minutos. Lewandowski llegó a marcar un gol anulado por fuera de juego de De Jong y Remiro estuvo cerca de sacar el balón de su portería a remates de Dembélé y De Jong.
La pelea por la posesión del balón se la llevó el Barcelona de forma clara desde el inicio. La presión de la Real no tenía éxito y el Barça llegaba con facilidad a las inmediaciones del área realista. Aún así, los donostiarras estuvieron muy cerca de adelantarse en el marcador tras una buena acción de Pablo Marín y disparo de Kubo al larguero de la meta de Ter Stegen. La intensidad con que arrancó el partido fue bajando con el paso de los minutos y el último cuarto de hora fue más trabado con demasiadas faltas y codazos que fueron a más ante la ausencia de tarjetas por parte de Gil Manzano. Sólo sacó una y fue roja tras ser avisado por el VAR. Un revolucionado Brais Méndez, que había recibido un codazo minutos antes de Lewandowski y estaba caliente, se pasó de frenada con una fea entrada sobre Busquets que dejó a su equipo con uno menos al borde del descanso. Una acción fuera de lugar del gallego en un partido tan importante como éste. Dembélé, en el partido ante el Getafe, hizo una entrada similar a Alderete por la que sólo vio amarilla. Y, como todo en la vida, las comparaciones son odiosas. Así se llegó al descanso.
Increíble fallo de Sorloth para el 1-1
La expulsión obligó a Imanol ha recomponer el equipo y dejó en el vestuario a Oyarzabal y a Diego Rico por Barrenetxea y Aihen. El Barça aprovechó la superioridad numérica y mantuvo el control, como en la primera parte. Sobre todo gracias a un sobresaliente Dembélé con el que no pudo Rico en el primer tiempo ni Aihen en el segundo. El francés, a pase de su compatriota Koundé, se fue en velocidad de Aihen y decantó la eliminatoria en el minuto 51 con un fuerte derechazo que sorprendió a Remiro. La Real reaccionó al gol y mejoró en su juego. Al punto de que estuvo a punto de empatar en un fallo incomprensible del noruego Sorloth que remató alto en boca de gol y con Ter Stegen batido un sensacional pase de Kubo.
Pasado el susto, el Barcelona volvió a tomar la manija y de nuevo gracias a un Dembélé que estaba a otro nivel que el resto de jugadores. Todo pasaba por el francés que, en otra galopada, puso en bandeja el 2-0 a Gavi, pero el remate del andaluz se fue al larguero. En los últimos minutos el Barça contemporizó y un fallo de concentración de Ter Stegen con un mal pase a Busquets puso en bandeja el empate a los realistas, pero el alemán rectificó su error parando el remate en buena disposición de Robert Navarro. Olasagasti tuvo otra opción ya en el añadido, pero de nuevo respondió Ter Stegen. Ahí murieron las opciones de una Real que nunca se rindió y que ve finalizada su gran racha de nueve victorias seguidas en el Camp Nou, un campo gafe para sus intereses.