El jefe de la Oficina del Presidente de Ucrania, Andréi Yermak, presentó su renuncia este viernes tras ser objeto de registros por parte de las agencias anticorrupción, en el marco de un megaescándalo que involucra sobornos multimillonarios en el sector energético.
En el sitio oficial de la Presidencia ya figura el decreto de Vladímir Zelenski certificando la destitución, un movimiento que sacude la estructura del poder ucraniano en medio del conflicto bélico y las presiones internacionales por mayor transparencia institucional.
Zelenski anuncia una “reorganización”
“Se reiniciará la Oficina del Presidente de Ucrania”, declaró Zelenski al confirmar la renuncia de Yermak, a quien agradeció por representar la postura ucraniana en las negociaciones internacionales. El mandatario adelantó que este sábado iniciará consultas para designar a un nuevo jefe de la Oficina.
Mientras tanto, las negociaciones con Estados Unidos quedarán bajo la responsabilidad del jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas, del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa y de altos funcionarios de Relaciones Exteriores e Inteligencia.
Quién es Yermak: de asesor cercano a ‘cardenal gris’
A lo largo de los últimos años, tanto medios locales como internacionales han descrito a Yermak como la figura más poderosa del gobierno ucraniano después de Zelenski, llegando a ser calificado como “jefe de Estado de facto”, “vicepresidente no oficial” y “zar no electo” por publicaciones como The Times y Financial Times.
Con la ley marcial en vigor desde 2022, analistas sostienen que su influencia sobrepasaba la de la mayoría de los funcionarios electos, concentrando decisiones clave en materia política y militar.
Corrupción multimillonaria en el sector energético
El caso que detonó su salida involucra sobornos estimados en 100 millones de dólares, según la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU), en una trama que compromete a altos funcionarios y contratistas de la empresa estatal Energoátom.
Las investigaciones incluyen grabaciones secretas, escuchas telefónicas, dinero en efectivo decomisado y varios arrestos, lo que ha sido interpretado como uno de los mayores golpes anticorrupción en la historia reciente del país.
El diputado Yaroslav Zhelezniak aseguró esta semana que Yermak podría ser el individuo apodado “Alí Babá” en las llamadas “cintas de Míndich”, que involucran conversaciones entre miembros del círculo íntimo del gobierno acusados de prácticas ilícitas.
Un golpe político en plena guerra
La renuncia ocurre mientras Ucrania enfrenta presiones de sus aliados occidentales para fortalecer el Estado de derecho y garantizar la independencia de organismos anticorrupción, cuya autonomía —según algunas denuncias parlamentarias— habría sido debilitada por iniciativas impulsadas desde la propia Oficina del Presidente.
















