Estados Unidos ha elevado la tensión con Venezuela tras la advertencia del secretario de Estado, Marco Rubio, quien amenazó con nuevas sanciones económicas si el gobierno de Nicolás Maduro no acepta los vuelos de repatriación de ciudadanos venezolanos.
"Venezuela está obligada a aceptar a sus ciudadanos repatriados desde EE.UU. Este no es un tema de debate ni negociación. Tampoco merece recompensa alguna", declaró Rubio a través de su cuenta en X (antes Twitter).
La declaración llega luego de que más de 200 venezolanos fueran deportados a El Salvador el pasado domingo, en un procedimiento que Maduro calificó como "una agresión" y "el mayor acto de enemistad" por parte de Washington.
Rubio dejó claro que, si el gobierno venezolano no acepta "un flujo constante de vuelos de deportación, sin más excusas ni demoras", EE.UU. aplicará sanciones aún más severas.
La situación se torna aún más polémica debido a que EE.UU. ha calificado a estos deportados como presuntos integrantes del grupo criminal Tren de Aragua, sin presentar pruebas. El traslado de estos individuos a El Salvador fue coordinado directamente entre Marco Rubio y el presidente salvadoreño Nayib Bukele, quien los envió de inmediato al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), la megacárcel de máxima seguridad construida por su gobierno.
"EE.UU. pagará muy poco por ellos, pero mucho por nosotros", señaló Bukele al referirse al acuerdo.
Mientras tanto, la Cancillería de Venezuela ha alertado a sus ciudadanos sobre el "aumento en las medidas arbitrarias de control migratorio y en las políticas de hostigamiento" en Estados Unidos, en lo que parece un nuevo punto de conflicto diplomático entre ambas naciones.