SANTO DOMINGO.-República Dominicana logró que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidad ponga a Haití como prioridad durante la Asamblea General que se desarrolla en Nueva York.
Debido discurso reiterado del presidente Luis Abinader y de otras autoridades solicitando la intervención de la comunidad internacional para que ayuden al vecino país con la crisis que le afecta, ya están poniendo la mirada en esa nación.
Ayer el país respaldó la posición del secretario general de la Organización de Naciones Unidas, António Guterres, de que mientras se consolida la ayuda para la capacitación de la policía haitiana, es necesaria una fuerza robusta, capaz de recuperar la paz y poner fin a la violencia desatada por las bandas armadas, infiltradas por el poder político y económico.
Al participar en la asamblea de la ONU, el ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez, destacó que el Gobierno dominicano considera que las gestiones de estabilización en Haití tienen que estar enfocadas, como ha repetido en numerosas ocasiones el presidente Abinader, en la pacificación inmediata y en el diálogo político como únicas vías adecuadas para enfrentar la violencia y el caos.
Explicó que la colaboración internacional con los esfuerzos de Haití y sus autoridades es vital, si se quiere llevar la estabilidad y tranquilidad a su pueblo, a sus vecinos y a la región.
Mientras llega la ayuda de la comunidad internacional, en Haití la situación es cada vez más precaria por el incremento de la violencia y las protestas en todo el país, motivadas por el alza de los combustibles y el rechazo al primer ministro Ariel Henry.
El precio de la gasolina pasó de 250 a 570 gourdes, el diesel pasó de 353 a 670 gourdes y el queroseno de 352 a 665 gourdes. Esto tiene al país en una parálisis que ha provocado bloqueo de calles, saqueos e incendios en empresas públicas y privadas.
El lunes fue atacada la oficina de la dirección departamental del Ministerio de Economía y Finanzas de Artibonite, que quedó destrozada, saqueada e incendiada por desconocidos.
En los diferentes puntos fronterizos se ha mantenido la calma, pero las autoridades dominicanas se han preparado para evitar cualquier situación anormal que pueda presentarse, adquiriendo equipos y reforzando la vigilancia.